El minimalismo, bien entendido, empieza por uno mismo. Lo tiene muy claro Peechaya Burroughs antes de encarar cada uno de sus trabajos fotográficos. Haciendo uso de la mínima expresión propone pequeños artefactos visuales. Sutil surrealismo y optimista cotidianidad inspirada en sus recuerdos infantiles y en cuanto de extraño puebla la imaginación infantil.
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