En una de las asignaturas de la facultad, estuvimos comentando que una de las cosas más complejas era realizar un buen anuncio para el sector de droguería. Por aquello de que existen unos códigos absolutamente kitsch que están tan firmemente establecidos que es prácticamente imposible realizar una idea algo novedosa y que sea aprobada por los anunciantes. Así que no nos queda más remedio que seguir oyendo para siempre “el frotar se va a acabar”, “confía en el rosa y adiós manchas”, ver al niño chino que se tapa la nariz tras defecar, y en todo caso, conformarnos con el perro de Scottex.
O no.
Porque Colhogar se ha puesto las pilas y ha hecho un anuncio no sólo digno, sino que saca el producto en su ámbito de uso, no es escatológico, y hace reír.
Diez puntos para Colhogar.