Cristina Troufa es una artista portuguesa con una exquisita formación y una técnica extraordinaria en la que dibujo y pintura cooperan tanto como compiten. En sus autorretratos, la artista emplea una técnica mixta con la que consigue establecer un diálogo entre espacio, líneas y color para crear una narración honesta y poderosa. Llena de silencios, sí, pero el lienzo no necesita más. Al contrario, precisamente son los espacios negativos los que revelan lo esencial.

Su trabajo es tan expresivo como técnicamente admirable y se convierte en un detonante para nuestra propia búsqueda interior.

Mientras Troufa bucea en su interior y se confiesa entre emoción,  contradicción y espíritu, el espectador recorre su propio camino. Un camino que comienza con el pudor y la curiosidad del que escucha a otro en un espacio privado [como en de Woody Allen…].

Ante la desnudez emocional de la artista, el espectador cambia el sintagma y dirige su atención a su propia desnudez. La exposición ajena desata una poderosa empatía que diluye la distancia y muestra, en toda su crudeza, la superficialidad con la que, a veces,  juzgamos a los demás.

Todo lo que ha quedado sin definir se convierte en el poder con el que la artista invita a la reflexión y, a la vez, preserva su intimidad.

Todas las imágenes © Cristina Troufa | |