es el nombre artístico de Zhao Bing Bin, una joven artista de Shénzhen, China. Su interés por el arte fue evidente desde pequeña y siendo sólo una adolescente ingresó en una compañía de teatro en la que ha estado trabajando durante 10 años. Después de este tiempo decidió dar un giro a su carrera y cambió su papel en el centro del escenario por el de fotógrafa.
Su trabajo ahora se centra en el estudio de la intimidad representada en condiciones asépticas, es decir, manipula hasta el más mínimo detalle de su entorno para ofrecer de forma explícita aspectos de su propia identidad, la cual se presenta como una especie de cruce entre la intimidad cotidiana y la auto-iconización.
En mis autorretratos puede verse una clara división en dos grupos, en uno de ellos lo que busco es la catarsis anímica a través del flujo de emociones; en el otro puede haber variedad de roles, pero, en definitiva, situaciones o mundos que surgen dentro de mi mente, los imagino y decido crearlos. Es una experiencia muy enriquecedora.
La intensa carga emotiva que imprime a sus propios personajes, junto con un excelente sentido de la estética y gusto por la simplicidad, confiere a su obra un aire distante e intenso al mismo tiempo, una pulcritud hiriente y desconcertante.
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