¿Quién no ha sonreído fascinado al abrir un libro y ver como se eleva? La tercera dimensión, tan poco frecuente en las siempre planas hojas llenas de letras o dibujos hace las delicias de los niños y no tan niños, y no es de extrañar porque hay auténticas maravillas.
Aunque te pueda parecer raro, no fueron los más pequeños los primeros en disfrutar de los libros pop-up, sino los adultos y se usaban como material didáctico de astrología. No hace muchos años que estos libros que se transforman pasaron al dominio infantil, eso sí, desde entonces, auténticos ingenieros del papel se han esforzado por sorprendernos, ¡y vaya si lo consiguen!
Te dejo para disfrutes de lo encontrado en nuestra red social favorita, ¡feliz fin de semana!
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… y un proyecto Extra: | |