La herramienta que permite dar rienda suelta a la creatividad de Chase Hart – My Friday Films es una cámara analógica de 35 mm., -de esas que convierten el paso de la luz en un registro físico en forma de negativos dentados de plástico con gelatina-. Su inspiración también es tangible y clásica, la mujer es la protagonista de su universo fotográfico. Su punto focal, ella, su deseo y la ausencia. Retrata cuerpos semidesnudos, enmarcados en espacios naturales, urbanos, cotidianos, a veces incluso anodinos. Espera, silencio, deseo… soledad.
La fotografía química se produce con una cadencia propia, tal vez anacrónica en la era digital, pero que otorga a la obra artística una entidad singular. El proceso creativo tras el disparo se desarrolla en un universo paralelo en el que huele a ácido y el tiempo se detiene. El ritmo lento de gestación y los espacios de misterio, olor y tacto hacen de esta fotografía un autentico viaje para el que, además de destreza, sensibilidad y creatividad… se precisa de la alquimia. En una sala oscura, envuelta en luz roja y rodeada de fluidos, las imágenes revelarán su auténtica identidad y tomarán su forma definitiva y personal. Hasta entonces sólo serán expectativas, ideas, deseos sin conclusión…
No me extraña nada que Chase diga que le gusta hacer fotos analógicas. Tampoco, que no le interese contar su vida y reducirla a caracteres. Respetaremos su deseo y, sencillamente, gozaremos con su trabajo.
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