A mí el gusto agridulce no me seduce, no sé, me parece que cuando se combinan extremos opuestos, las personalidades de ambas entidades pugnan entre sí y el resultado tiende a ser pusilánime y carente de chispa. Me pasa otro tanto con las bebidas tibias, por ejemplo, no soporto cuando al café caliente le echan leche fría, ¡qué descalabro!
¿Y qué tiene que ver esto con las ilustraciones de Penelope Gazin, aka ? Pues fácil, resulta que las ilustraciones de esta joven californiana tienen algo intrigante, son morbosas y sexy a la par que asquerosas, en mi opinión cualidades opuestas, y sin embargo estas imágenes pueden serlo todo menos pusilánimes o insulsas. Esa es la reflexión en la que me hallaba y que me llevó a escribir el primer párrafo.
Bueno, pues sin más preámbulos os dejo con el hallazgo (de Eva, por cierto). Pero antes os pregunto ¿estáis bien del estómago hoy o lo tenéis revuelto? Si fuese ese el caso, no sigáis bajando en el post, dejadlo para otro día. Si no, abrid la mente y disfrutad de estos engendros.