Deborah Simon, escultora con una larga formación académica que inicia en el Repin Institute of Art de San Pertesburgo, continua en el San Francisco Art Institute y finaliza en la de Nueva York , se ha ido especializando en la escultura de animales llegando a realizar trabajos colectivos de recreación de habitat para el Zoológico del Bronx, exposiciones colectivas y varias individuales.
En diciembre de 2013 clausuraba su segunda exposición individual “Taxonomy” en la galería de arte de Chicago, toda esta destacada trayectoria ha servido a Deborah Simon para ser incluida en el programa de artistas residentes de para el año 2014.
En su última exposición “Taxonomy” Deborah Simon nos presenta, entre otras piezas, a tres osos realizados con arcillas, resinas, piel sintética, vidrio y seda, cubiertos con unos bordados que representan sus órganos, tejidos internos, venas y arterias, intestinos y huesos.
Osos de facciones y proporciones perfectas, con expresiones tan naturales que nos recuerdan su estado salvaje pero con un tamaño de juguete (no superan los 65 cm.) y unos bordados que desconciertan.
Deborah Simon plantea al espectador una dicotomía: la agresividad natural de un animal y su vulnerabilidad. Entonces, ¿cómo clasificarlos? ¿qué principio taxonómico utilizamos? ¿el biológico? ¿Podríamos complementarlo o contraponerlo con una indexación social, folksonómica, donde los espectadores etiqueten lo que ven? Este último es un método muy común que ya estamos utilizando, día a día, en diversas web participativas donde vamos etiquetando contenidos. El resultado no tiene por qué ser mejor, ni tiene por qué estar enfrentado a al taxonómico, simplemente será distinto.
No sé si me confundo pero creo que es un experimento que nos incita a hacer Deborah Simon.
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