es un artista inglés con una extraordinaria imaginación. Nació en 1970 y sus primeros dibujos narraban épicos viajes espaciales donde se representaba a sí mismo con sus amigos visitando otros planetas y universos. Su interés pronto se movió hacia el Londres de la década de 1970, donde el movimiento punk se desarrollaba en todo su esplendor, entonces empezó a explorar un mundo de fantasía oscura que todavía hoy es evidente en sus obras.
El uso de herramientas básicas de trabajo, tales como bolígrafos, lápices y papeles ordinarios, contrasta con la profundidad de sus obras: dibujos intrincados que esconden mensajes subliminales y requieren tiempo para ser asimilados. Muchas de las obras se basan en experiencias del pasado y en viejas relaciones. A primera vista, estas obras pueden parecer imágenes sencillas que representan cosas agradables, pero una lectura más profunda permite adentrarse en emociones escondidas, sentimientos de pesar y remordimientos, convirtiéndose entonces en retratos amargos de decepción y oportunidades perdidas.
Además de trabajar como artista, Bray cosecha una exitosa carrera como ilustrador freelance desde 1996. Entre sus clientes se encuentran marcas como Absolut, H&M, Canon, Vodafone, BBC Television, Nokia, Puma, Virgin o Sony, y revistas como, Elle, Flaunt, The Sunday Times o Time Out.
Un artista complejo y profundo que podéis seguir en sus múltiples Por lo pronto aquí os dejo un pequeño aperitivo de sus retratos de chicas con miradas perdidas que me he permitido designar como pin-ups decepcionadas:
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