La poesía no es una de mis pasiones. Reconozco, aunque a lo mejor te escandalices, que me acabo aburriendo. Leo una, dos a lo sumo, y ya. Me gustan más las novelas, las historias largas en las que profundizas en el carácter de los personajes. Los llegas a conocer tanto que hasta los echas de menos cuando el libro termina.
Hoy me he encontrado con un poeta de las imágenes. Un poeta que coge retratos reales y los transforma convirtiéndolos en versos románticos. Eso es lo que me viene a la mente cuando veo su obra: bella poesía cuasi religiosa.
Su nombre es , es checo y ronda los veintitantos. Su perfil de Behance llamó mi atención por su delicada gama de colores fríos, del gris al rosado, pasando por el morado y el azul verdoso. Eso y esos delicados encajes característicos que adornan sus retratos. Retoca sus fotografías hasta hacerlas parecer auténticas pinturas.
Se inspira en el renacimiento, en los puños y cuellos que podemos ver en obras de arte de esa época. En alguno de sus proyectos incluso te aclara sus referencias, cosa que los hace más interesantes, ya que puedes conocer su proceso creativo.
Algunos de sus retratos, casi siempre femeninos, rompen esa limpia belleza con sangre que brota de los labios, ojos tristísimos que escupen brillantes lágrimas… ¿No es eso pura poesía bella y triste? Puede que no, puede que sólo a mí me lo parezca.
Lo cierto es que esos poemas visuales, me gustan mucho. Puedo ver uno tras otro los retratos de Iurii Ladutko y cada vez, descubrir un nuevo detalle que hace aún más perfecta la rima, aún más resonante en mis ojos y mi mente.
Esta última serie que puedes ver a continuación se llama Art Pope, en ella usa la doble exposición para crear estas imágenes sobre fondo neutro. Otro aspecto, otra técnica, pero nuevamente un resultado lírico.
Todas las imágenes © I