Viralidad, viralidad y más viralidad. La idea de que se venden más las malas noticias que las buenas, y sobre todo si son morbosas, escabrosas o escandalosas, cada vez se están poniendiendo más de moda en las últimas estrategias de diversas marcas.
“Hay solamente una cosa en el mundo peor que hablen de ti, y es que no hablen de ti.” (Oscar Wilde)
Benetton es la marca más veterana en este tipo de estrategias. En 1990, comenzó su tendencia a la polémica con la campaña de la mujer negra amantando a un niño blanco o en 1991, la de la monja y el cura besándose , además de la del cementerio de los soldados de la guerra del Golfo . Las campañas de Oliviero Toscani dieron la vuelta al mundo y hubo algunas que fueron golpeadas por la censura. Esta actitud en las estrategias ha sido constante en estas dos últimas décadas.
A esta tendencia se han sumado otras firmas como Tom Ford, Sysley, Desigual …
Para tener una mayor viralidad, ¿ seguro que se tiene que utilizar una estrategia para generar polémica? ¿No se puede buscar la reticencia de la marca en el consumidor y aumento de audiencia con otras fórmulas? ¿se están dando “refritos” estratégicos ante una austera creatividad?