Parecía que el planeta entero lo aborrecía. Nadie se podía imaginar que semejante engendro pudiera hacerse con la victoria en las elecciones americanas. Sí, obviamente estoy hablando de la aberración Donald Trump y, en efecto, nadie lo vio venir, pero todos nos hemos equivocado en las predicciones sobre la desgracia que nos ha caído encima –sí, ya sé, están los habituales que aparecen siempre tras un acontecimiento inesperado y dicen “yo lo sabía”, pero se ve que si comentaron algo lo dijeron en modo susurro-. En fin, yo fui de las que se acostó tranquila y confiada, casi contenta por la cosa del techo de cristal. Así que cuando me levanté el miércoles y escuché la noticia, no podía dar crédito. Digamos que no tuve un buen despertar. Y podía haber sido un día muy oscuro, de no haber sido por la creatividad.
La rabia y la frustración funcionan siempre como potentes catalizadores para la creatividad, y gracias a ello muchos artistas se han puesto manos a la obra y, haciendo alarde de grandes dosis de inteligencia, sarcasmo y humor negro, han animado el cotarro en estos días, en Behance e Instagram.
Ahora más serenos, tenemos cuatro años por delante para comprobar si el fin del mundo ha llegado o si por el contrario el humo de los fuegos de artificio da paso a un gobierno más pragmático de lo esperado. Por optimista que sea, que lo soy, me cuesta tener confianza en un gobernante que defiende posturas racistas, misóginas y que simplifica la realidad hasta convertirla en una caricatura; y aún me cuesta más, si el sujeto en cuestión sólo parece destacar en manejo de técnicas de influencia social y tiene la apariencia de un ególatra con visos de sociópata. Esto último no lo decimos nosotros, , nosotros sólo deseamos que estén equivocados.
Centrémonos ahora en la extraordinaria creatividad de la comunidad artística a ver si se nos pasa el susto y recuperamos nuestro optimismo congénito para seguir viendo el lado positivo de la realidad.
Os dejamos con una selección de obras que han ido surgiendo durante estos días de resaca postelectoral y otras que aparecieron durante las semanas de campaña, en las que el hilo conductor es la aversión hacia Donald Trump. Mr. President… ¡Ay! Lagrimita.
Este post es una obra coral que firmo gracias a la generosidad de mis compañeros. Roma y Jota han perpetrado conmigo esta crítica que estamos seguros recoge el sentir general de los lectores de este blog.