Todos hemos tenido un pasado oscuro en lo que a nuestra imagen se refiere. Esos años que suceden al momento en que nos damos cuenta de que nuestra nariz ha empezado a crecer; los encantadores dientes de leche se han ido y han dado paso a una desgarbada tropa de piezas dentales que luchan por un hueco decente en la boca; un primer granito rojo con asquerosa bolita blanca en la cima rompe la armonía de nuestro inmaculado rostro y ya, estamos perdidos, se convierte en una escalada imparable de un ejército de espinillas rebeldes que pretende invadir hasta el último rincón de nuestro desdichado morro.
Pues bien, si alguien al mirarse en el espejo ahora ve a una preciosa criatura y eso le hace creer que nunca tuvo un pasado miserable, que no se engañe, que busque en la caja de las fotos antiguas y descubra lo que su memoria se ha encargado de borrar.
Esta es la base a partir de la cual nace el proyecto ““, lanzado recientemente por la diseñadora gráfica Merilee Allred y que consiste en una colección de fotos que muestra a personas adultas cogiendo a su vez una foto de ellos mismos cuando eran adolescentes.
Todo surgió a partir de una conversación entre Merilee y una amiga suya en la que debatían acerca de este asunto. Su amiga parecía reacia a creer que Merilee hubiese pasado jamás por esa fase de fealdad juvenil que parece afectar a todo ser humano; así que ésta, para demostrarlo, buscó una foto de adolescente y, ¡oh my god, qué sorpresa!, su colega no tuvo más remedio que convencerse. Podéis ver la diferencia en esta foto.
Merilee decidió empezar así su proyecto. Creó una página en tumblr y en ella va mostrando las fotos que la gente le manda.
Si os gusta la idea podéis enviar vuestra propia foto al email de Marilee ([email protected]), echad un ojo en relación al formato de la foto, para aseguraros de que cumple los requisitos y sea seleccionada.
Os dejamos con una selección de algunas de las fotografías, si queréis verlas todas, pasad por la web .
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