Entre los años 50 y 90, Vivian Maier fotografió su entorno durante el tiempo libre que le dejaba su trabajo como niñera en Chicago. En ocasiones no podría permitirse el lujo de revelar los carretes.
Nadie sabía de su afición. Su obra estaba escondida en la oscuridad de un armario, como si de una metáfora de su talento se tratara. Pero la vida tiene casualidades mágicas ¿verdad? y, así en 2007 un tal, , adquirió algunas de sus fotografías en una subasta.
Por entonces, desconocía su valor artístico e histórico. Después, fascinado por el talento de Vivian ha dedicado esfuerzo, tiempo y dinero a buscar, catalogar y dar a conocer la obra de una artista que retrató su tiempo con encuadres perfectos; documentando su época con trozos de realidad salpicados de matices humanos, sociales, culturales y de género que Vivian teñía como nadie de soledad y aislamiento.
La historia de Maier es argumento perfecto para un film y, de hecho, pronto podremos ver un documental sobre su historia del que os dejamos un trailer. Fuente:
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