Una de las cosas que me encantan de Instagram es la serendipia. De salto en salto puedes llegar a contenidos que difícilmente habrías llegado a ver de otra forma, y es, por tanto, una de mis maneras preferidas de descubrir creadores. En este caso, la conexión a través de amigos de amigos (benditos seis grados de separación) me ha llevado en unos saltos hasta las acuarelas de Marta Waterme, una joven ilustradora catalana con (aún) bastantes menos seguidores que talento.
En su obra, combina su talento para el dibujo (palpable ya desde sus trabajos de la escuela, como la ilustración de los créditos de Big Fish que podéis ver en el vídeo) con una delicada y personal forma de aplicar el color que multiplica el potencial expresivo de las ilustraciones, transmitiendo a la perfección un abanico emocional que es, para la artista, el centro y el objetivo de sus creaciones: la frustración, la intimidad, el misterio e incluso la reivindicación de los derechos de los animales domésticos tienen perfecta cabida en sus diferentes registros.
Todas las imágenes © Marta Waterme I I