es una joven ilustradora que vive y trabaja en Londres. Su portfolio muestra trabajos de estilos diversos en los que, en ocasiones, se entrevé una cierta falta de convicción. Pero hay un campo en el que no vacila y demuestra tener un gran control y dominio: el retrato.
Expresiones arriesgadas y gestos intensos que transmiten emociones: timidez, miedo, descontento o provocación. Con la simplicidad y la contundencia de unos materiales sencillos, el grafito o la tinta, apenas reforzados por unos toques de color rojo, adquieren una expresividad máxima sobre el papel blanco. Luces, sombras, mancha, vacío, positivo y negativo se combinan de forma magistral y dramática, como si de una representación teatral se tratase.
Analisa, con esta última serie del personaje sin cráneo, con camiseta de rayas y gesticulando con las manos sobre su rostro, llegas a un nivel de expresividad y abstracción impresionante. Nos dejas con ganas de más.
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