Determinadas personas son capaces de ver la música. De tocar las palabras. ¿Estás totalmente seguro de el La sabe a caramelo de violetas, le tienes manía al 9 porque obviamente es de color gris? Puede que tengas , la cualidad (fenómeno neurológico, por ser precisos) por la que algunas personas (en torno al 1% de la población) perciben de forma cruzada las sensaciones que corresponden a diferentes sentidos. Algo que parece deberse a una elevada conectividad entre diferentes áreas cerebrales y que ha tenido un importante papel en la historia del arte, marcando por ejemplo la obra de , que “pintaba” las óperas de Wagner.
Podríamos considerar a otros artistas como Melissa McCracken herederos del autor abstracto: ella pinta lo que ve al escuchar himnos de nuestra era como Imagine o Karma Police.
Otros experimentos son de carácter más físico: aquí podríamos encuadrar las esculturas sonoras del fotógrafo Martin Klimas, quien captura las salpicaduras que genera la pintura empujada por la potencia de unos altavoces en función de la música que emiten: de Bach a Kraftwerk, cada pieza con un diferente patrón en el que podemos ver reflejado el espíritu del sonido de una forma nueva.
En esta última dirección es en la que parece haber trabajado el estudio neerlandés PlusOne para el arte de Artic, el nuevo disco de Leadsmen. Jugando sólo con blancos y negros consiguen sincronizar a la perfección los elementos más rutinarios, las formas más minimalistas, con la experimentación electrónica del grupo de los Países Bajos.
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